¿Qué es el Dolor Crónico?
El dolor crónico está considerado una enfermedad en sí misma y no sólo un síntoma. Es un tipo de dolor que persiste más allá del periodo habitual de recuperación o que se produce junto con una enfermedad crónica, como la artritis.
Este dolor puede ser “intermitente” o continuo. Puede afectar a las personas hasta el punto de que no puedan trabajar, comer adecuadamente, realizar actividades físicas o disfrutar de la vida. Por lo tanto, es una condición médica importante que puede y debe ser tratada.
Este padecimiento se clasifica en los siguientes tipos: dolor crónico primario, dolor crónico por cáncer, dolor postquirúrgico postraumático, dolor crónico neuropático, dolor orofacial y cefalea, dolor visceral crónico y dolor músculo-esquelético.
¿Cuál es la diferencia entre dolor agudo y dolor crónico?
El dolor agudo aparece de forma repentina, es causado por algo concreto y no dura más de seis meses. Desaparece cuando ya no hay una causa subyacente para el dolor. El Dolor Agudo tiene una importante función biológica de protección para evitar la extensión de cualquier lesión.
Las causas del dolor agudo pueden ser:
- Cirugía.
- Rotura de huesos.
- Trabajos dentales.
- Quemaduras o cortaduras.
- Parto y alumbramiento.
Una vez que el dolor agudo desaparece, puede seguir con su vida habitual.
En cambio, el dolor crónico es un dolor continuo que suele durar más de seis meses. Este tipo de dolor puede continuar incluso después de que la lesión o enfermedad que lo causó se haya curado o haya desaparecido. Las señales de dolor permanecen activas en el sistema nervioso durante semanas, meses o años.
Algunas personas sufren de este dolor incluso cuando no hay ninguna lesión pasada o daño corporal aparente y está vinculado a condiciones que incluyen:
- Dolor de cabeza.
- Artritis.
- Cáncer.
- Dolor neuropático.
- Dolor de espalda.
- Fibromialgia.
Si tienes dolor crónico, el estrés afecta al cuerpo, produciendo condiciones físicas como:
- Músculos tensos.
- Limitación de la capacidad de movimiento.
- Falta de energía.
- Cambios en el apetito.
Este problema también provoca efectos emocionales, como:
- Depresión.
- Enfado.
- Ansiedad.
- Miedo a volver a lesionarse. Este miedo puede limitar tu capacidad para volver al trabajo o a las actividades de ocio.
En Regeneralgia, un médico especializado trabajará con usted para encontrar un alivio de manera segura y eficaz.